El metabolismo es un conjunto de procesos físicos y químicos que ocurren en las células, que convierten a los nutrientes de los alimentos en la energía necesaria para que el cuerpo cumpla con todas sus funciones vitales, como respirar, hacer la digestión, hacer circular la sangre, mantener la temperatura corporal y eliminar los desechos (a través de la orina y las heces). Es decir que no sólo utilizamos esa energía para movernos y pensar, sino también cuando estamos en reposo.
Ahora que sabemos un poco mejor el trabajo que realiza el metabolismo, os vamos a dejar unos trucos para acelerarlo y que funcione perfectamente.
Empezamos:
1-Una buena dosis de actividad física diaria y una cantidad ajustada de calorías es una de las formas más efectivas de animar el metabolismo. Ahora bien, es importante no hacer siempre el mismo tipo de ejercicio ni con la misma intensidad, ya que el organismo se acomoda pronto y puede acabar quemando menos calorías de las deseadas. El organismo puede estar quemando calorías hasta 1 hora aproximadamente después de haber finalizado la actividad, pero no más.
2-Otro factor a tener en cuenta es que, a partir de los 40 aproximadamente, el metabolismo se ralentiza, de modo que si se quiere mantener la figura, es muy importante no dejar de moverse.
3-Es aconsejable el consumo de proteínas que estimulan la activación metabólica. Ahora bien, no todas sirven por igual si se quiere mantener o perder peso: el pescado y las carnes magras (de pollo y pavo principalmente) son las más aconsejables.
También interesa optar por cereales integrales en vez de los refinados ya que, además de tener menor índice glucémico, necesitan más energía para ser digeridos.
4-Sueño
No está demostrado que dormir acelere el metabolismo, pero lo que sí demuestra la ciencia es que las personas que duermen mal tienen tendencia a consumir más calorías. Nada como un sueño reparador para mantener el buen ritmo de nuestro organismo.
5-Algunos ingredientes de origen natural como el café o té verde contribuyen a estimular el metabolismo, por lo que son un complemento adecuado en las dietas de control de peso. Se les atribuyen efectos “quemagrasas” porque algunos estudios, especialmente los realizados con el té verde, sugieren que gracias a su alto contenido en catequinas, contribuyen a incrementar el gasto calórico y a regular los niveles de insulina en sangre. Además, esta planta milenaria, ayuda a disminuir la retención de líquidos y a controlar el metabolismo de las grasas.
¿Has tomado buena nota? Pues ya puedes empezar a preparar tu figura para el verano. ¡Ánimo!